lunes, 18 de noviembre de 2013

Las competencias

Durante esta semana hemos estado trabajando el tema de las competencias a través de nuestro autor base Antoni Zabala, autor del libro 11 ideas clave. Cómo aprender y enseñar competencias. A través de su libro y un video de la conferencia que dio en Ibiza, hemos hablado de ello.

 Mapa Popple sobre Competencias
 Artefacto propio

Antiguamente, la educación estaba basada en un modelo que fomentaba la memorización sistemática de los conocimientos, con el objetivo único de superar los cursos académicos. No obstante, ahora surge un modelo basado en competencias.

El concepto de competencia surgió en el mundo laboral tras la observación de que aquellas personas que tenían las mayores calificaciones no sabían responder a los problemas que se les ofrecía. En el mundo laboral, competencia significa realizar una tarea con eficiencia.

Zabala cogió esta definición del mundo laboral para pasarla al mundo educativo, quedando la siguiente definición:

La competencia sirve para identificar aquello que dé respuesta a los problemas, por lo que es la intervención eficaz en los diferentes ámbitos de la vida mediante acciones en las que se movilizan, al mismo tiempo y de manera interrelacionada, componentes actitudinales, procedimentales y conceptuales”.

Para que las competencias sean eficaces se debe seguir unos pasos:
-  Análisis de la situación e identificar los problemas básicos.
-  Revisar nuestros esquemas de actuación y decidir los más adecuados.
-    Aplicar el esquema de actuación adaptándolo a la situación.
- Movilizar los componentes de la competencia (actitudes, procedimientos, hechos y conceptos) de manera interrelacionada.

A la hora de dar una clase y dar unos conceptos hay que tener muy en cuenta la teoría y la práctica. No todo ha de darse teóricamente (problema de la memorización sistemática y conocimiento no significativo) ni todo prácticamente (“hacer por hacer”). Las competencias nos ayudarán con este conflicto, ya que implica reflexionar para afrontar una situación real y compleja, apoyándose en lo teórico. Aquí me gustaría incluir uno de los ejemplos que nuestra profesora nos dio en clase para ver esto último: los niños cuando juegan a las cartas. Con algo tan básico y natural del entorno de los pequeños, éstos aprenden los conceptos de “sumar” y a “restar” a través del juego: si pierden restan y si ganan suman.

Jugar a las cartas o cromos: una manera sencilla de aprender a sumar y restar
Artefacto propio

Multitud de instituciones como UNICEF, UNESCO o la Constitución Española reclaman el pleno desarrollo del ser humano en todos los ámbitos de la vida, por lo que las competencias se desarrollan en diferentes ámbitos como son los sociales (relación con la sociedad), los interpersonales (relación con los demás), los personales (autonomía y libertad) y los profesionales (relación con el mundo laboral). El objetivo es orientar hacia las posibilidades máximas de cada persona. Pero… ¡ojo! Esta formación es un concepto utópico, porque como bien comenta Zabala en su conferencia “¿Dónde está ese límite de la enseñanza?”
 
Resumiendo estos ámbitos, podemos decir que se refiere a todo aquello que se da en la escuela infantil para que nos ayude a obtener las competencias básicas que se darán da en la escuela de primaria y secundaria (educación obligatoria), y que es aquello que se entiende como básico para la vida. Más adelante se convertirá en competencias específicas cuando lleguemos a los niveles de bachiller, FP y universidad.

Las competencias, a su vez, están formadas por una serie de componentes (conceptos, hechos y principios, procedimientos y actitudes) que son necesarios dominar, ejercer y conocer para ser capaces de actuar competentemente y nos permitirán determinar las competencias específicas. Un ejemplo muy claro que nos propuso Zabala fue el de hacer una tortilla. Para hacer una tortilla primero hay que tener un concepto de lo que es una tortilla y cuáles son sus ingredientes, para seguir unos pasos y tener una actitud favorable que nos lleve a elaborar una buena tortilla.

Podemos observar pues que el objetivo de las competencias es llevar a cabo una serie de acciones para afrontar unas situaciones reales, partiendo de una base teórica significativa. Para que estos conocimientos sean significativos y funcionales tienen que haber una serie de condiciones en el aprendizaje por competencias, como vimos en una de mis entradas anteriores; Los 10 principios psicopedagógicos del aprendizaje significativo.

Me gustaría comentar que, tras haber hecho un estudio más profundo sobre este sistema, creo que es un sistema complicado de llevar a la práctica. Es un sistema que choca con los esquemas tradicionales y básicos en los que se ha basado la educación de nuestro país durante las últimas décadas en los que había que memorizar los conceptos para poder “soltarlos” en las pruebas evaluables, hasta que este sistema fue puesto en evidencia gracias a uno de los mundos más relacionados con la educación: el laboral.

Creo a la vez que es un sistema súper necesario para nuestra sociedad actual y futura, porque de nada nos servirá tener a personas que tengan un papel que certifique unas cualificaciones si luego éstas han sido olvidadas y no son capaces de usarlas para enfrentarse a los problemas. Si dices ser bueno en algo, tienes que estar dispuesto a demostrarlo en cualquier momento.

Para concluir quisiera decir que la clave de todo creo que es que hay que tener actitud y muchas ganas para poder hacer que este sistema se lleve a cabo en todos los centros educativos. Es un sistema que da mucho trabajo, tanto individual como grupalmente, y hace que haya que la enseñanza y el aprendizaje tengan que ser reelaborados, pero creo que estos esfuerzos no tendrían ni punto de comparación con los resultados que recogeríamos nosotros y los futuros miembros de nuestra sociedad.

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